Fecha: 04/12/2025.
Pemsa, referente en soluciones para la conducción de cables y sistemas de soporte, consolida su posición en el sector al impulsar medidas que reducen su impacto ambiental. Su apuesta por la sostenibilidad avanza con acciones claras, medibles y verificadas.

Importancia de medir la huella de carbono
La compañía destaca que conocer las emisiones de gases de efecto invernadero es esencial para cualquier organización. Calcular la huella de carbono permite identificar el volumen de emisiones generado cada año. Gracias a ello, resulta más sencillo diseñar planes de reducción eficaces y obtener beneficios inmediatos: mejora operativa, mayor transparencia y una concienciación interna más sólida.
Además, este cálculo ayuda a priorizar medidas, orientar recursos hacia los puntos con mayor potencial de recorte e impulsar una imagen ambiental robusta ante clientes y proveedores.
Los alcances de medición
Pemsa divide el análisis según los tres alcances establecidos para la medición de emisiones.
Alcance 1
Incluye las emisiones directas generadas por fuentes propiedad de la empresa o bajo su control, como combustiones, vehículos o procesos productivos.
Alcance 2
Recoge las emisiones indirectas asociadas al consumo de electricidad. Considera tanto la energía utilizada como la eficiencia de los equipos.
Alcance 3
Comprende el resto de emisiones indirectas, derivadas de proveedores, distribuidores y demás actores externos que intervienen en la actividad.
Resultados y objetivos de reducción
Tras aplicar esta metodología, la compañía registró en 2024 un total de 927.408,32 tCO₂e. Con esta referencia, Pemsa fija un objetivo ambicioso: reducir un 40% su huella de carbono para 2030.
Un plan de sostenibilidad con hitos verificables
Este compromiso forma parte de una estrategia más amplia. Entre los avances logrados destacan las Declaraciones Ambientales de Producto para sus sistemas de bandejas metálicas, verificadas por GLOBAL EPD de AENOR y el International EPD System de Environdec. Estas certificaciones siguen las normas ISO 14025 y EN 15804, además de integrarse en un sistema de gestión ambiental basado en la familia ISO 14000 y reforzado por la certificación ECOVADIS.






