Fecha: 04/07/2025.
Aiscan, fabricante de referencia en soluciones de protección metálica, destaca por su apuesta continua por la innovación técnica y la durabilidad. Su compromiso con el rendimiento a largo plazo se refleja en el desarrollo de recubrimientos avanzados. En este análisis, la compañía profundiza en dos de sus acabados más representativos: el tradicional galvanizado en caliente y el moderno recubrimiento de Alta Resistencia.
Protección contra la corrosión: clave en entornos extremos
La corrosión representa una amenaza constante, sobre todo en zonas costeras, suelos ácidos o industrias químicas. Por esta razón, Aiscan propone dos métodos eficaces para alargar la vida útil del acero. Ambos buscan el mismo objetivo, aunque difieren en tecnología y resultados.
Galvanizado en caliente: método tradicional
Este sistema consiste en sumergir el acero en zinc fundido. Así, se forma una capa protectora que actúa como barrera física y química. Por tanto, es una técnica fiable y ampliamente usada. Sus ventajas principales son:
- Buena protección en exteriores no agresivos.
- Uso frecuente en construcción, obra civil y automoción.
- Coste contenido y fácil aplicación.
Sin embargo, presenta algunas limitaciones:
- Menor eficacia en ambientes marinos o con productos químicos.
- Menor cobertura en bordes o zonas deformadas, donde suele iniciar la corrosión.
Alta Resistencia: recubrimiento de nueva generación
Este acabado parte de una aleación especial: 93,5% zinc, 3,5% aluminio y 3% magnesio. Se aplica también por inmersión en caliente. Gracias a esta fórmula, se obtiene una capa uniforme y autorreparadora. Entre sus ventajas destacan:
- Resistencia a la corrosión hasta tres veces mayor.
- Excelente comportamiento en zonas agresivas: mar, industria o suelos ácidos.
- Protección uniforme en cortes, pliegues y bordes.
- Menor espesor necesario para máxima eficacia.
Espesor y durabilidad: eficiencia sin exceso
Galvanizado en caliente:
- Necesita capas gruesas para proteger eficazmente (>20 µm).
- Vida útil inferior a 15 años en condiciones severas.
- Puede requerir mantenimientos periódicos.
Alta Resistencia:
- Protección con menos espesor.
- Duración de hasta 25 años en sectores exigentes (solar, marino, agrícola).
- Excelente comportamiento en procesos de plegado y conformado.
Aplicaciones recomendadas
Ambas opciones tienen usos específicos. Elegir la adecuada mejora el rendimiento y reduce costes.
Galvanizado en caliente:
- Ideal en estructuras simples y accesibles.
- Uso común en postes, puentes y estructuras metálicas exteriores.
Alta Resistencia:
- Pensado para ambientes muy agresivos.
- Recomendado en paneles solares, canalizaciones, ambientes industriales o marinos.
Apuesta por la sostenibilidad
El recubrimiento tradicional emplea más zinc y requiere más energía. En cambio, el acabado de Alta Resistencia:
- Reduce el consumo de recursos.
- Alarga la vida útil del acero.
- Disminuye la necesidad de mantenimiento, lo que ahorra tiempo y materiales.
El galvanizado en caliente sigue siendo una opción sólida y accesible. No obstante, el acabado de Alta Resistencia de Aiscan se posiciona como la mejor alternativa para entornos exigentes. Su alta durabilidad, menor espesor y capacidad de autorreparación marcan la diferencia.