La acreditación ENAC permite a la compañía Aiscan comercializar sus productos en Oriente Medio

Fecha: 11/04/2018.

Aiscan podrá comercializar sus productos en la zona de Oriente Medio, impulsando más aún su actividad exportadora gracias a la acreditación de ENAC de su laboratorio interno.

La acreditación de ENAC es conforme a la norma ISO 17025 para la realización de diferentes ensayos en sus conducciones para canalizaciones eléctricas y electrónicas y, dado que esta entidad se involucra en los acuerdos de reconocimiento impulsados por las organizaciones internacionales de acreditadores y su marca es reconocida en 90 países, Aiscan ha podido superar los obstáculos técnicos al comercio y obtener la autorización para la comercialización de sus productos en Oriente Medio.

La empresa, con numerosas delegaciones comerciales en España, ha apostado en los últimos años por la internacionalización, con la implantación de una nueva planta de producción en el Norte de África y realizando actividades diversas en Oriente Medio. Al hilo de todo ello, José Francés Pérez, director general de Aiscan, reconoce que “tener nuestro laboratorio acreditado por ENAC y bajo el paraguas internacional de ILAC (International Laboratory Accreditation Cooperation) permitió que nuestros informes de ensayos fueran aceptados y reconocidos a la hora de homologar los productos en la autoridad local competente, evitando así tener que repetir los ensayos de los productos en otro laboratorio externo con el consecuente ahorro de tiempo y costes”.

Convencido de que contar con un laboratorio acreditado supone “una gran ayuda un para el buen funcionamiento y para garantizar un criterio de objetividad respecto a sus propios resultados”, Francés reivindica el valor añadido de la acreditación, tanto para su propio funcionamiento interno, como para la comercialización de sus productos. “El hecho de tener un laboratorio interno acreditado por ENAC es una manera de tener monitorizado en todo momento la calidad de nuestra producción casi en tiempo real, bajo unos estándares de calidad totalmente acordes a la norma ISO 17025”, al tiempo que reconoce que “también nos posibilita desarrollar innovaciones y mejoras en el producto, testándolas con los requisitos de la norma”. Explica que aporta así “una garantía de cumplimiento para esos productos, lo que se traduce en una mayor seguridad para quien los adquiere”.

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